Para redactar el TFG u otro trabajo académico puedes usar el editor en línea arText, creado por la profesora de Filología de la UNED, Iria da Cunha,. Esta herramienta gratuita te ayuda a estructurar el documento, asignar títulos a los apartados, añadir contenidos prototípicos e incorporar fraseología relacionada. Una vez terminado el trabajo, te ofrece la opción de exportarlo en diferentes formatos.
En principio, el coordinador del trabajo te indicará los requisitos concretos e indicaciones prácticas sobre la presentación del trabajo. Y aunque cada disciplina presenta sus especificidades, en líneas generales la estructura será la siguiente:
En la redacción, además de una correcta utilización del lenguaje, es recomendable el uso de un estilo académico claro y directo, que facilite la comunicación y la comprensión de lo que queremos expresar. Para ello debemos:
Por otro lado, los textos escritos se estructuran en forma de párrafos, cada uno de los cuales debe tratar y desarrollar una idea concreta. Evitemos dejar cuestiones pendientes y sin desarrollar.
Además, otros dos aspectos muy importantes son el cuidado de la ortografía y el uso correcto de la puntuación. Para ello, podemos ayudarnos de los correctores ortográficos y gramaticales de los procesadores de texto,
Por último, conviene revisar cuidadosamente y corregir el texto para asegurarnos que está perfecto.
El formato de presentación de un texto es importante ya que facilita su legibilidad y comprensión. Habitualmente el coordinador o tutor definirá el modelo de plantilla a seguir. A continuación te detallamos algunas recomendaciones:
Una vez terminado el trabajo académico, debes preparar el documento o documentos para la entrega en forma de ficheros. Generalmente, el coordinador del trabajo te indicará la denominación de esos archivos siguiendo una serie de convenciones sobre su nomenclatura, Como por ejemplo:
20190615_derecho_civil_tfg_minombre.doc
20190520_comunicacion_audiovisual_tfm_minombre.doc
Herramientas como ChatGPT pueden resultar de gran utilidad en la redacción, corrección, revisión y traducción de textos académicos.
Algunos posibles usos de estas herramientas pueden ser:
Sin embargo, para asegurar un uso adecuado de estas herramientas, es necesario que conozcamos también sus limitaciones, y, por supuesto, revisar y, si fuera necesario, modificar la respuesta que nos devuelve la herramienta.
Algunas de las limitaciones identificadas por Torres-Salinas y Arroyo-Machado en su Manual de ChatGPT son:
A la hora de preparar un manuscrito para enviar a una revista o a una editorial para ser publicado en forma de artículo, capítulo de libro o similar, hemos de tener especial cuidado con las políticas editoriales sobre el uso de herramientas de IA generativa.
Desde el lanzamiento de ChatGPT en 2022, son cada vez más las editoriales que han publicado instrucciones explícitas sobre los usos permitidos y no permitidos en la elaboración de sus artículos.
En líneas generales, las herramientas de IA generativa no deben considerarse como coautores de nuestro manuscrito, ya que no puede ser considerado responsable del contenido del texto y se espera que las ideas y datos utilizados en la publicación sean originales.
En lo relativo usos de apoyo de estas herramientas, existen diversidad de matices. MDPI, por ejemplo, permite el uso de estas herramientas para la elaboración de textos y especifica que su uso ha de ser mencionado en los reconocimientos y en la sección metodología. Elsevier, por su parte, restringe de manera exclusiva el uso de estas herramientas a fines de mejorar la legibilidad y comprensión del documento.
De manera similar, existe una gran variedad de situaciones para la creación de imágenes, figuras, código, etc., por lo que se recomienda siempre consultar la política específica de la editorial y actuar en toda circunstancia con honestidad, transparencia y rigor.
En la Guía de uso de las herramientas de Inteligencia Artificial Generativa para el estudiantado, desarrollado por el Vicerrectorado de Innovación Educativa de la UNED, se establece que las herramientas de IA generativa como ChatGPT pueden usarse durante los estudios en la UNED, pero no se podrá incluir contenido generado por estas herramientas en las pruebas de evaluación continua ni en los trabajos de fin de título, salvo que el profesorado indique lo contrario de manera específica. Además, remarca que un uso indebido y no autorizado de estas herramientas se considerará deshonestidad académica. En caso de duda, se recomienda ponerse en contacto con el equipo docente.
En los casos en los que sí esté permitido, se recomienda además incluir un informe de uso que incluya cuáles han sido las herramientas utilizadas, las instrucciones o prompts utilizadas y los resultados obtenidos.
Además, la guía recomienda evaluar críticamente los resultados obtenidos y verificar cuidadosamente cualquier cita o referencia generada por estas herramientas.
Documentos y recursos del Vicerrectorado de Innovación Educativa de la UNED:
Entradas en InvestigaUNED:
Otros recursos:
Manual de ChatGPT de Torres-Salinas y Arroyo-Machado